āCompactación de suelos, efectos y medidas correctivasā
- CONSERVAGRO
- 3 oct 2019
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En Argentina la siembra directa fue la tecnologĆa con mayor adopción durante los Ćŗltimos aƱos con un crecimiento exponencial, acompaƱado de la incorporación de biotecnologĆa en el sector agrĆcola. Llegando en la actualidad a valores equivalente al 91% de la superficie total productiva. (Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires / Aapresid)
Este cambio de tecnologĆas implica un mayor trĆ”nsito de maquinarias en forma continua y la utilización de neumĆ”ticos pesados de tractores e implementos de arrastre dentro de los lotes, lo cual compacta la superficie del suelo produciendo un aumento en su densidad y, destrucción y debilitamiento de su estructura. Todo esto altera la porosidad total, disminuyendo la macro-porosidad del suelo y en consecuencia la tasa de infiltración es menor, tendiendo de esta manera a incrementar el escurrimiento de agua superficial, iniciando procesos de erosión al suelo. Por lo cual quedarĆa menos agua y nutrientes disponible para el cultivo, retardando su emergencia y potencial crecimiento, con notables mermas de los rendimientos.

Para abordar el problema de la compactación se pueden tomar medidas correctivas, como puede ser el subsolado, y otras de tipo complementaria, que no modifican rÔpidamente la condición actual del suelo, pero si en un mediano a largo plazo, ayudando a mejorar el comportamiento del cultivo.
1. Subsolado
Consiste en soltar el suelo bajo la profundidad normal de cultivo, usando un arado con el objetivo de romper capas de suelos compactadas. Los subsoladores van soltando las capas compactadas, levantĆ”ndolas y disgregĆ”ndolas, formĆ”ndose una red de macro-poros inter conectados. Algunos de los cuales van desde el subsuelo suelto hasta la superficie, actuando como vĆas para la penetración de raĆces y el flujo de agua y aire.
Antes de tomar la decisión de hacer esta labor, debe estudiarse con detención el perfil del suelo, determinando la presencia de estratos de suelo compactadas, analizando su ubicación y distribución espacial en el potrero.
2. Uso de acondicionadores fĆsicos
La incorporación de materiales que actĆŗen como acondicionadores fĆsicos de suelo van a permitir mejorar y mantener condiciones favorables para el desarrollo de las raĆces.
Esta labor consiste en localizar el material (guanos, aserrĆn, viruta, restos de poda trozados, compost, desechos orgĆ”nicos animales y vegetales diferentes, etc.) en hoyos o zanjas, en el estrato de suelo compactado dĆ”ndole mejores condiciones a esos suelos favoreciendo el desarrollo de los cultivos. Es una labor localizada que se puede justificar en el caso de que el subsolado puede no ser una buena alternativa.
3. Cobertura vegetal
Esta prĆ”ctica consiste en mantener una cubierta vegetal de especies con diferentes sistemas radiculares en superficies que permanecen sin vegetación, ya sea en forma permanente o en algunos perĆodos del aƱo. El objetivo de esta cubierta vegetal es la de incorporar materia orgĆ”nica al suelo. En este sentido se prefiere utilizar especies de arraigamiento profundo para que las raĆces lleguen y penetren el subsuelo compactado, favoreciendo la formación de macro-poros y la estructuración del suelo.

En general se usan especies rústicas, de fÔcil establecimiento, de semilla de bajo costo, de fÔcil implantación y que no vayan a interferir con el cultivo siguiente. Esta prÔctica tiene efecto en un mayor plazo que las medidas anteriores, considerando también para un manejo preventivo.
Lo importante es realizar un buen diagnóstico de las condiciones del suelo, para conocer el origen de la compactación y no llegar a instancias de gravedad, siendo necesario detectar zonas afectadas y trabajar eficientemente en la recuperación de esos suelos, evitando realizar trabajos costosos de manera innecesaria y asà impedir mermas en los rendimientos.
Ing. Agr. Bóveda MartĆn A. / CONSERVAGRO