Muchas veces escuchamos hablar sobre la degradación de los recursos naturales suelo y agua y, sobre la importancia de planteos conservacionistas en nuestros sistemas productivos. ¿Pero, realmente sabemos lo que perdemos si no cuidamos estos recursos?
La estimación de las pérdidas de suelo por erosión hídrica es una información de suma importancia para la planificación y toma de decisiones a diferentes niveles. Existen estudios (Casas y Albarracín, 2015) donde se estimó que el 23% del territorio nacional está afectado por erosión hídrica, es decir 64,6 millones de hectáreas, lo que corresponde a un incremento de 2,5 veces más, en los últimos 30 años. Actualmente, existen valores que denotan las tolerancias de perdida de suelo anual, una tasa de erosión tolerable sería aquella pérdida de suelo anual equivalente a la tasa de formación del mismo suelo (Cisneros et al., 2012). El rango de tolerancia depende de la génesis de los suelos y de la profundidad, correspondiendo las mayores tasas de tolerancia a suelos profundos de zonas húmedas (mayor tasa de formación de suelo). Existen algunas publicaciones donde se ha considerado, en Argentina, una tolerancia de entre 1 a 10 tn/ha/año.
A partir de lo antes mencionado, ahora nos preguntaremos: ¿Cuál será la tasa media de erosión hídrica actual para Argentina?
Según publicaciones realizadas por el INTA en 2017, se estima que hay una pérdida media de suelo anual de 6,2 tn/ha. En el mapa a continuación, se muestran las áreas del país con una tasa de pérdida de suelo estimada que supera el límite de tolerancia definido en función del régimen de humedad y de la profundidad del suelo. De acuerdo a este mapa el 25,9% del territorio nacional (alrededor de 72 millones de hectáreas) presenta tasas de erosión hídrica que superan los valores tolerables.
Fuente: Estimación de la pérdida de suelo por erosión hídrica en la República Argentina, INTA 2017.
Es hora de preguntarnos ahora, ¿en qué nos afectan estos valores en nuestros sistemas productivos?
En Argentina, la tasa media de erosión hídrica actual en el área de cultivos agrícolas es de 3,91 tn/ha/año. La erosión es un proceso que actúa de manera selectiva, arrastrando las partículas más finas y más reactivas del suelo (arcilla y materia orgánica). El suelo que se pierde es el suelo de la capa más superficial, es decir en general, la capa con mayor contenido de materia orgánica. Consecuentemente, la erosión afecta la capacidad de retención de agua y provoca alteraciones en la densidad, fertilidad y profundidad del suelo.
Tomando como referencia para toda el área agrícola una densidad aparente media de 1,2 t/m3 (valor considerado para región Pampeana), la tasa media de erosión hídrica actual en el área de cultivos agrícolas se correspondería con la pérdida de una capa de 0,033 cm de suelo por año. Afectando este valor por la pérdida de rendimiento por erosión (kg/ha/cm) de cada cultivo, se estima que la perdida de rendimiento anual seria:
Soja = -3,14 kg/ha/año.
Maíz = -9,00 kg/ha/año
Trigo = -3,34 kg/ha/año
Con estos valores, multiplicados por la cantidad de superficie afectada y el valor del precio de cada cultivo, se podría estimar la pérdida económica a nivel predial para cada año en particular. Estos valores nunca son considerados como perdida a la hora de hacer un balance económico anual, ya que son perdidas “ocultas” o no cuantificadas.
En conclusión, se podría decir que la erosión hídrica tiene un impacto económico considerable como para empezar a tener en cuenta prácticas de manejo de control en nuestros sistemas productivos. Sumando que estas practicas no solo nos beneficiarían económicamente, sino también, ambiental y socialmente.
Ing. Agr. Micaela Fernandez Bedini.